¿Cómo Prevenir Enfermedades en Albercas Públicas?
Acudir a parques acuáticos además de ser muy divertido, es una práctica común para familias que viven en sitios de clima cálido. Sin embargo, el agua de las albercas públicas es muy propensa a contaminarse debido a la alta carga de bañistas que utilizan dichos sitios y que pudieran dejar a su paso virus, microorganismos o bacterias muy resistentes que pueden incluso sobrevivir a la desinfección con ciertos químicos.
Para evitar que este tipo de contaminación en el agua cause problemas gastrointestinales, cutáneos, auditivos, entre otros, es muy importante mantener el nivel correcto de desinfectante en el agua, así como respetar la cantidad recomendada de biocidas y vigilar muy puntualmente el nivel de pH de la piscina.
Además, es importante concientizar a los bañistas sobre la importancia de abstenerse de entrar a la alberca si sufre de problemas estomacales, respiratorios, infecciones en la piel o hepatitis A, ya que dichos padecimientos son causados por virus que podrían ser altamente contagiosos para los demás usuarios.
Asimismo, es conveniente recomendar a bañistas:
- Ducharte con jabón antes de entrar a la alberca y usar sandalias mientras no estés en la piscina
- Vigilar que los niños no orinen o defequen en la piscina; o si usan pañal, cambiarlo en los sanitarios y no cerca de la piscina.
- Lavarte las manos con jabón después de usar el baño y no ingerir agua de la alberca. De esta manera evitarás en gran medida que los virus y bacterias no ingresen a la piscina y causen estragos en los demás usuarios.